Acabamos de regresar de nuestro viaje y ya estoy deseando volver, éste ha sido uno de los viajes que no olvidaré en mi vida y os lo recomiendo totalmente. Uno no se puede morir sin haber estado allí, es naturaleza en estado puro.
Nos hemos alojado en un lodge que se llama la Casa del Suizo, en la provincia de Tena, en Ahuano, y el hotel es el lugar ideal para desconectar de la vida en la ciudad y relajarse, disfrutando de todo lo que ofrece.
Está situado a las orillas del río Napo, el afluente más grande del Amazonas y allí uno se siente en plena naturaleza, pues estás completamente rodeado de la selva virgen. Éste es un alojamiento fantástico, fabricado totalmente con madera autóctona, y aprovechando todo los recursos que da la selva.
Cómo llegar ?
Desde Quito se accede por carretera en coche privado, o en bus y hay que seguir la ruta Pifo-Papallacta-Baeza-Tena-Puerto Napo-Punta Ahuano. Son en total 215 kilómetros pero se tarda unas 3 horas y media.
La carretera hasta Papallacta está muy bien , y desde Tena en adelante son carreteras secundarias, y el viaje se hace bien, sin ningún problema. Desde allí en adelante, ya se aprecia que empezamos a entrar en la Amazonia, pues la vegetación se hace más abundante y espesa.
Si se accede desde el sur, la ruta que debes seguir es Ambato- Baños-Puyo-Puerto Napo y Punta Ahuano. Al llegar a esta última, allí se puede dejar el coche con total seguridad, pues allí ya te recibe personal del hotel y te embarcan en canoas motorizadas para llevarte río arriba hasta el lodge.
El viaje en canoa por el río, ha sido lo mejor de este viaje, sin ninguna duda, y dura unos 20 minutos.
Las habitaciones son estupendas, hemos estado supercómodos y el lugar además es muy tranquilo. Cada una es como una cabaña con su propia terraza, con hamaca, y mirando al río, un lugar ideal para relajarse y desconectar.
Allí te duermes escuchando el relajante sonido del río y de las aves y te despiertas con las maravillosas vistas del amanecer y del fantástico río. Por la noche se escuchan a lo lejos sonidos de tambores, de las comunidades cercanas, ellos también celebran sus fiestas, aunque no molestan en absoluto, al contrario, acompañan en la noche. Para mi ha sido, una experiencia extraordinaria.
El hotel además del alojamiento incluye diferentes excursiones diarias por la mañana y por la tarde. En todas ellas te trasladan en la canoa hasta el lugar donde se vaya a hacer la caminata o la actividad que esté programada ese día.
En las excursiones estábamos acompañados en todo momento por guías nativos, expertos conocedores de la zona, que nos explicaban todo, con gran detalle, incluso las plantas que usaban medicinalmente que son muchísimas
El río Napo se alimenta de las aguas de los ríos Coca, Aguarico y Curaray y cuando se junta con el río Marañón se forma el Amazonas.
A lo largo del río Napo viven muchas comunidades quechuas y durante nuestros recorridos en la canoa, se puede ver la vida que hay en él. En el río pescan, se bañan, los niños pasan el rato jugando o navegando en las canoas, además es poco profundo y no es peligroso.
Solo hay una zona donde el agua fluye más ràpido y hay que tener más precaución, pero allí están totalmente libres para disfrutar de toda la naturaleza, es una auténtica maravilla.
Observando a esas gentes, uno allí se da cuenta, de lo poco se necesita para vivir y ser feliz, lo material allí carece de importancia.
Durante estos días hemos realizado muchas excursiones, tanto en las mañanas temprano, como por las tardes, pero esto ya os lo cuento otro día.
Solo me queda deciros, que si podéis, no dudéis en visitar la Amazonia, es un lugar único en el mundo, por su biodiversidad, por la amabilidad de sus gentes y su autenticidad.
Y vosotros, ¿qué lugares soléis escoger para vuestras escapadas?