El título de esta entrada no significa que os mande a hacer puñetas, no, hoy os voy a recomendar otra ruta que tenéis que hacer si, o si, y que os va a encantar! y casualidades de la vida, esta frase «Vete a ver la ballena» se comenzó a decir en Gijón, la ciudad donde yo vivía en España, a raíz de un hecho que tuvo lugar el 12 de octubre de 1895, pues bien, ahí vamos!
Remontémonos a ese día, el 12 de octubre de 1895, un barco pesquero de vapor llamado «Sultan» encontró una ballena varada a unas 20 millas del puerto de Gijón, la cual remolcó hasta el arenal del río Piles y la depositó allí, ante el asombro de miles de gijoneses, que no cabían en sí de estupor ante tal criatura.
El animalito en cuestión medía 22 metros y produjo más de 8.000 litros de grasa en la cocción. Fue tan importante el acontecimiento en la ciudad que todo el mundo venía a contemplar el majestuoso animal a la playa de Gijón, y todo aquel que la había visto rumoreaba, ¡Vete a ver la ballena!, y desde ese día, esa expresión se popularizó tanto, que incluso hoy en día se sigue utilizando para mandar a alguien a hacer puñetas.
Incluso se llevaron barriles de vino al arenal y tal era la concurrencia de gente al lugar, que además, se celebró hasta una romería, o sea una fiesta, que duró tres días , ¡jaja, lo que no festejen los asturianos! Enseguida encontramos un motivo para hacer una fiesta!
En fin, que hoy al pensar en las ballenas jorobadas de Ecuador, me ha venido a la mente esta divertida anécdota de mi ciudad y me ha apetecido compartirla con vosotros.
Volviendo a Ecuador, como os decía entre junio y octubre, miles de turistas de todo el mundo vienen a las playas de la costas ecuatorianas, a ver las ballenas jorobadas que llegan aquí buscando su alma gemela para reproducirse y dar a luz en estas cálidas aguas.
Estas impresionantes criaturas realizan saltos y piruetas sobre las aguas, a pocos metros de los botes llenos de gente, que asombrados, contemplan el maravillosos espectáculo que ofrecen.
Las ballenas jorobadas habitan en las frías aguas de la Antártida y se alimentan de pequeños peces e invertebrados, pero cuando llega el mes de marzo, estos animalitos viajan al norte, al Ecuador en busca de aguas más cálidas, donde aparearse y dar a luz a sus crías.
Vienen a hacerlo aquí, porque sino, las crías no sobrevivirían en aguas más frías, pues carecen de la gruesa capa de grasa que tienen sus madres, y que deben desarrollar aquí mientras son amamantadas.
Los tours de avistamiento de ballenas
Si vienes a Ecuador entre junio y octubre no debes perderte esta experiencia donde no solo saldrás fascinado por estas maravillosas criaturas, sino que también aprenderás un montón acerca de la vida y el comportamiento de estos animales.
Los lugares donde se pueden avistar son los siguientes de la costa del Pacífico, casi todos en la provincia de Manabí, como por ejemplo, Puerto López, Parque Nacional Machalilla, La isla de la Plata, Puerto Cayo, Manta y Bahía de Caráquez. También se pueden ver en Salinas, Santa Elena y en Mompiche y Súa en la provincia de Esmeraldas .
Los tours se pueden reservar en Quito, en el sector de La Mariscal, y también los puedes contratar allí en la costa, directamente con operadores de allí. Su precio va desde los 20 a los 30 $ por persona, y algunos te incluyen la visita a la Isla de la Plata, famosa por su diversidad biológica. También hay tours que salen desde el Parque Nacional de Machalilla.
Los alojamientos allí son muchos y variados, desde hostales más económicos hasta hoteles más lujosos. Además mientras estés en la costa puedes realizar otras actividades de aventura, como buceo, surfing u observación de animales en el Parque natural de Machalilla.
En fin, como ves, hay mucho que ver y conocer, o sea que no pierdas más tiempo, y reserva ya tu tour para ver a estos maravillosos animales! Espero que os haya gustado.
Fotos. Mario Argüelles Rubiera, depositphotos.com, puertogijon.es, y pixabay.com