Para los indígenas el cabello es casi tan importante como la salud física y espiritual. El cabello largo es un símbolo que les identifica y les representa.
En la cultura inca, cuenta la leyenda que el sol y la luna tienen los cabellos largos, y sus rayos se extienden con gran fuerza por todo el universo, al igual que las raíces de los árboles, o la hierba que se considera el cabello natural de la madre tierra.
Por eso el cabello largo de los quechuas simboliza la fuerza de los rayos del sol, la luna , la fuerza de las raíces de las plantas y de los árboles, y si algún día los quichuas se cortaran el cabello, el sol y la luna dejarían de brillar en sus corazones, y la fuerza de los árboles y las plantas dejara de alimentar sus espíritus, vivirían en una gran tristeza y soledad.
El cabello largo representa los pensamientos y estado espiritual de cada uno. Es un símbolo de identidad y de pertenencia a su cultura y a su comunidad. Desde bien pequeños los niños aprenden la importancia que tiene el cabello largo.
Sus madres les enseñan a lavarlo y cuidarlo, y también el peinado es tan importante como la salud física o espiritual. En algunas culturas usan huesos o plumas o piedras para crear sus peinados.
Durante muchas generaciones los quichuas se lavaban el cabello con ceniza y la penca de cactus de fique, una planta que crece a 1,5 metros de altura en Sudamérica.
De ella se extrae el cristal y al frotarlo entre dos piedras, lo esparcen en el cabello, produciendo espuma, y con esto se lo lavaban.
Las formas de peinarse también cambian dependiendo de la zona de procedencia, ya que la forma de peinado, es muy importante para la persona que lo lleve.
La raya al medio significa la alineación del pensamiento
La trenza significa que corazón y pensamiento están unidos.
El cabello suelto significa seguridad y fortaleza, y si está recogido convicción
«Trenzaré mi tristeza»
Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste, lo mejor que podía hacer era trenzar su cabello, de esta forma su dolor quedaría atrapado entre sus cabellos y no podría llegar al resto del cuerpo.
Había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos porque los haría llover, tampoco debíamos dejar que entrase en nuestros labios, porque podríamos decir cosas que no eran ciertas, ni en nuestras manos porque podríamos tostar de más el café, o dejar cruda la masa.
Cuando te sientas triste mi niña trénzate el cabello, atrapa ahí tu dolor y déjalo escapar cuando sople el viento del norte con fuerza.
Que no te agarre la melancolía desprevenida mi niña, si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia, no la dejes meterse en tí, con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales que la luna ha trenzado entre tu cuerpo.
Trenza tu tristeza, siempre, trenza tu tristeza.
Texto escrito por Paola Klug, investigadora indigenista.
A través del peinado se podía saber la edad de las personas, su estatus social o si estaban en paz o en guerra.
El cabello que caía o quedaba acumulado en el peine, era recogido por las mujeres y mantenido en una bolsa, y al llegar la luna llena se reunían en una ceremonia y lo echaban al fuego como ofrenda, así sus pensamientos y sus emociones se elevaban a través del humo hasta llegar a la luna.
Cortar el cabello estaba considerado como un castigo, así sancionaban a todo aquél que cometiera un acto sancionable, machukuna, les llaman o Putushkakuna, que significa «cabello cortado».
También en algunas comunidades cortar el cabello significaba estar pasando por un proceso de duelo o estar próximos a la muerte.
Como véis el cabello era de suma importancia para los pueblos indígenas, y aunque actualmente estas tradiciones ya han desaparecido casi, es bonito recordarlas y aprender las costumbres ancestrales de estos pueblos.
Info de Viridiana Avendaño Marín.
Foto: Eric Walter, La hora.com y Ciberandes Magazine